Bichos en peligro

Ema forma parte del Taller Exploraciones Literarias (lazosypalabras.uy)

El libro trata de los bichos y de los peligros. Quien cuenta la historia es Francisca, una mosca que está feliz con su vida de mosca, pero resulta que es difícil porque todo el tiempo debe escapar de peligros con su amigo Godofredo, que es otro personaje bastante importante. ¡No se imaginan cuántas cosas, personas y animales son una amenaza para una simple mosca y un simple mosquito! ¡De las cosas que tienen que escapar! Por ejemplo, insecticidas, sapos, perros, gatos y hasta chanclas voladoras.

Francisca tiene un talento especial que a Godofredo le molesta; sin embargo, cada tanto puede ser muy útil. Me gustó mucho que Francisca tenga una personalidad muy distinta a la de Godofredo pero que agrega gracia a la historia. Ella tiene una gran pasión que también es su talento y Godofredo, en cambio, es muy quejoso. Pero juntos viven muchas

También me gustó que contando una historia de un día de la vida de los bichos te hace pensar sobre la vida en general.

Las ilustraciones están re buenas. Me pareció un estilo único, en parte son realistas y en parte tienen fantasía. Las que más me gustaron son las de los momentos en que Godofredo discute y cuando se encuentran con cosas inesperadas. Transmiten muy bien el movimiento de todos los animales. En la penúltima, Francisca hace muchísimos movimientos, como una buena mosca apasionada que es.

Mi parte favorita es el final, porque el talento de Francisca se transforma en un poder sorprendente. Se ve que el autor tiene mucha imaginación, porque escribió antes otra historia que se llama Insectos al rescate. Las dos tienen cosas en común, pero también se pueden leer por separado.

Segunda oportunidad para este cuento de Pedrozo que tuvo su primera edición en 2013 en SM, con ilustraciones de Cristian Turdera, y regresa en Loqueleo con ilustraciones de Augusto Goicoechea. La anécdota es simple: las vicisitudes de una mosca y un mosquito dentro de la casa de una familia de humanos que, por supuesto, los detesta e intenta librarse de ellos; con este material Pedrozo entrega una aventura de dimensiones épicas por momentos, hilarante, que mantiene la tensión en torno a la vida (y la posible muerte) de los pequeños protagonistas. Las ilustraciones de Goicoechea juegan con las escalas de esos dos mundos enfrentados: el de los insectos y el de los humanos; entre ambos textos, el que propone el escritor y el que propone el ilustrador, consiguen ponernos del lado de los bichos al adoptar su perspectiva (aunque en la vida real odiemos profundamente a los mosquitos).