En conversación con Marcos Vázquez
¿Por qué crees que es importante leer?
Es divertido, pasás un buen rato haciéndolo y es una actividad diferente a todas las demás. Te permite acceder a mundos, a lugares, y a vivir aventuras que a nivel físico sería imposible vivir.
¿Qué es lo que más te gusta de escribir?
La manera en que me atrapa cuando lo estoy haciendo. Es una actividad que cuesta empezar, cuesta concentrarse, cuesta enfrentarse a la hoja en blanco, pero una vez que lográs separarte de eso y te metés adentro de la historia, te atrapa de una manera que sencillamente te abstrae del mundo. Podés pasar horas y horas sin darte cuenta de lo que está pasando alrededor y es totalmente adictiva. Y, por otro lado, algo que me gusta mucho también de escribir —y no sé si no más que esto otro— es el hecho de poder compartir mis historias con los jóvenes y con los niños, porque se vive una experiencia increíble. Se comparten sentimientos, sensaciones. No sé cuál de las dos cosas me gusta más.
¿Cuál fue tu libro favorito de niño?
Mi libro favorito de niño fue Sandokán[1]. Es una saga acerca de piratas de un autor italiano que se llama Emilio Salgari. Mientras los leía, la pasé genial.
¿Qué autores nos recomiendas?
Yo recomiendo cualquiera que me atrape y que me haga pasar un buen rato. En ese sentido hay uno que lo logra más que otros, se llama John Katzenbach. Escribe historias de suspenso, de misterio, y tiene la virtud de que, a pesar de que escribe historias variadas, la mayoría me ha gustado. Siempre logra volver a atraparte. También me gusta mucho Ray Bradbury, autor de Fahrenheit 451[2], que es un libro que recomiendo leer.
¿Qué te inspiró a escribir Murió por tu culpa?
Siempre me gustaron las historias de suspenso, que generan un poquitito de miedo, y la intención al escribir esta historia era colocar una serie de personajes y aislarlos. Aislarlos del mundo y de cualquier contacto, sin celulares, nada. Se me ocurrió que podría ponerlos en una isla, donde un grupo de jóvenes iban a acampar, aislados del mundo, y que empezaran a suceder cosas, a desaparecer, y sin recurso alguno para investigar, ni alguien a quien recurrir que los pudiera ayudar. Todo eso me gustaba, porque me generaba miedo cuando lo escribí y entendí que también podría pasarle al lector.
¿Qué te inspiró a escribir La leyenda de Laridia?
Me encantan los mundos fantásticos, poder crear mundos nuevos con criaturas y personajes que no existen. De hecho, Imaginarius[3] está basado en eso, pero, en este caso, lo que me inspiró fue poder crear un mundo que existiera debajo del mar. Los seres humanos no sabemos si existe o no un mundo de seres inteligentes, como nosotros, que vivan debajo de la superficie marina. Hemos investigado once kilómetros, nada más, de todos los que nos separan desde la superficie del mar hacia el centro de la Tierra. Entonces yo me contesté que sí, que existía una civilización, que era la civilización de laridianos y que vivían debajo del mar. Algo así como mi propia Atlántida[4]. Entonces, creé una historia donde Maite y Martín se ven en la necesidad de llegar a ese mundo para descubrir algo muy, muy especial.
[1] Publicado por primera vez en 1883.
[2] Novela distópica publicada por primera vez en 1953.
[3] Primera novela de Marcos Vázquez publicada en 2010.
[4] La Atlántida es una ciudad legendaria descrita por el filósofo griego Platón (c. 429-347 a. C.). Esta civilización, increíblemente rica y avanzada, fue tragada por los mares y se perdió para siempre en una historia que ha capturado la imaginación desde siempre.
