Sabemos que el fútbol se puede vivir de distintas maneras. En #LoqueleoMundialista te lo traemos a través de nuestras historias. Lee, disfruta y conoce más, sobre aquellas narraciones que despiertan en adultos y niños la emoción de pertenecer al equipo más grande del mundo, denominado, los hinchas del fútbol.
La Superliga - El fútbol se respira, se siente, se transpira. En esta antología presentamos cuentos de destacados autores. El recorrido tendrá sus obstáculos y también el color de la pasión. La primera visita a un estadio, un misterioso jugador enmascarado y el glorioso camino hacia el mundial son los temas de algunas de estas apasionantes historias.
Diario de un suplente - El fútbol es un asunto muy importante en la vida de los hermanos Daniel y Joaquín; es una dicha que comparten y gozan juntos. Un día, en un partido en la cancha del barrio, Joaquín se cae y no se levanta. Ocurre un terrible accidente que cambia las vidas de la familia, de los amigos y de los vecinos de Joaquín. La unión familiar, el amor y el fútbol, serán las herramientas para superar la tragedia y volver a sonreír.
Una amistad en juego - Camilo hace una visita obligada al convento vecino del colegio para recuperar un balón de fútbol. Nunca se le habría pasado por la cabeza que allí iba a conocer a sor Alicia, una monja peculiar con mucho sentido del humor, amor por el ajedrez, el karate y los amigos verdaderos. Desde entonces, la vida de Camilo no será la misma. Tampoco la de sor Alicia.
Todo bien, todo bien - Sebastián, de once años, es el número uno con el balón hasta que un día descubren que tiene cáncer. Con su inigualable pasión por el fútbol y el apoyo de muchos, Sebastián contará con el mejor equipo para ganar este partido.
Los recreos del pequeño Nicolas - A Nicolás y sus amigos les suena a música celestial el sonido que produce la campana cuando llega la hora del recreo. Y es que por fin van a poder poner en práctica todo los que se les ha pasado por la cabeza. En el patio del colegio, se pelean, comen pasteles, juegan al fútbol... ¡Todo sería perfecto si no fuera por Clotario!
