Yo ♥ El Principito

Me pidieron que haga una crítica literaria sobre el Principito. Al inicio no entendí qué era eso, pero la maestra me explicó que es una opinión muy bien argumentada sobre un libro y como todas mis opiniones son bien argumentadas y re-amo al Principito, va a ser re-fácil.

Empezaré diciendo que el autor era muy aviador. Su nombre se llamaba “Santo Exuperí”. Yo antes creía que le habían puesto así porque era como un santo para los niños, pero mi mamá me sacó de la ignorancia: “Ese es su apellido, mi hija”, me dijo.

El asunto es que el libro es bárbaro. Con mi amiga Pati siempre lo leemos  y es como si lo viviéramos. Nos gusta imaginar que somos aviadoras y que el avión se nos rompe y nos estrellamos en el desierto  y que de pronto se nos aparece el Principito, todo hermoso y chiquito pidiéndonos que le dibujemos un cordero. Nos morimos de amor nomás de imaginarlo, te juro.  

Si tuviera que quedarme con un capítulo, me quedo con ese en el que el zorro (no confundir con lobo) le pide al Principito que lo domestique, esa parte sí que nos derrite a Pati y a mi. ¡Y cuando se despiden! No, ahí lloramos como locas. Todavía no entendemos por qué el Principito siempre se va de todos lados y los deja siempre a todos. Podemos entender un poquito que haya dejado a la flor porque era una presumida total; pero, ¿y los demás?

En fin, a pesar de todo, amamos al Principito, tanto que le hemos compuesto una canción que vamos a presentar en clase con vestuario y coreografía. La maestra nos va a poner un sobresaliente felicitado, seguro que sí… ¡Que viva El Principito!

Esta es mi crítica literaria. ¿Muy original, verdad?