Se busca novia para Solitario George

Estimado doctor Armando Parejas:

Mi nombre es George, pero todos me conocen como Solitario George por ser la última tortuga gigante de la especie Chelonoidis abingdonii en el mundo. Vivo en las islas Galápagos, en Ecuador, rodeado de buenos amigos (en especial un piquero joven llamado Patas Azules), del cariño de la gente que me visita y de las atenciones que me prodigan mis cuidadores.

A pesar de esto que le cuento, no he logrado ser del todo feliz, pues hay alguien que me hace mucha falta. Ella se llama (o se llamaba) Delia. Un accidente nos separó hace ya varios años y nunca supe qué le sucedió. Lo peor es que los científicos que me protegen están muy interesados en conseguirme pareja para que pueda reproducirme. A mí no me parece justo que me carguen con una responsabilidad ajena: no es mi culpa que los seres humanos hayan acabado con los demás ejemplares de mi especie.

Los constantes intentos por emparejarme con alguna  tortuga gigante hembra de especie similar a la mía no han hecho más que incrementar mi nostalgia por Delia.  Así, pues, me animé a escribirle con la esperanza de que esta carta llegue a manos de alguien que me pueda dar algún dato sobre ella. Si es que aún vive, necesito encontrarla. Solo ella puede alejar para siempre mi soledad.

Con ilusión,                                                                                                                                                                     

George