Entra | Regístrate

Actualidad

Chaska, la aventura indígena para niños (II)

Para la autora, este libro es fruto de su necesidad de compartir la mitología kichwa con las nuevas generaciones, pero no solamente las de su etnia sino también con los niños mestizos del país.

 Define a su padre como un ‘cuentero’, pues él solía narrarles historias kichwas  a ella y sus hermanos. “Mi preocupación era cómo seguir contando la mitología kichwa, en vista de que siempre ha sido una transmisión oral”, cuenta Lema.

Publicado en 2016, la obra recibió dos premios nacionales Darío Guevara Mayorga, en las categorías cuento e ilustración. ‘Chaska’ es un libro en el que las ilustraciones acompañan al texto para crear un escenario mágico que guíe a los niños en la lectura. 

Guido Chaves, ilustrador de la obra, cuenta que fue un cuento difícil de ilustrar, pues todo se desarrolla en una noche oscura. Al mismo tiempo -dice- le permitió proponer una lectura paralela al texto y le dio la licencia de personificar elementos como el viento, la noche y las montañas, como el Taita Imbabura. 

Pensado para niños a partir de los cuatro años, el cuento tiene una sección de actividades prácticas para que los pequeños refuercen y pongan a prueba lo aprendido. Lo pueden hacer en una clase guiados por sus maestros o con sus padres. Incluso, a partir de la lectura, pueden aprender sobre temas científicos, como las fases del la luna.

Lucila Lema es una kichwa orgullosa de sus raíces. “Me interesan las temáticas indígenas, diferentes a ‘Los tres chanchitos’ o ‘La bella y la bestia’, que suelen ser lo que más  se suelen leer”. Para Lema, la idea es que los niños conozcan qué significa el Imbabura, los lagos, que entiendan el privilegio de vivir en un país rico en interculturalidad y costumbres.

En esta tierna historia, a las niñas -así como a Lema- lo que les preocupa es que si desaparecen los astros, los ‘guaguas’ no podrán conocer las historias de sus ancestros. 

Por eso Chaska pide a los dioses convertirse en la estrella más brillante del firmamento, para ser ella quien continúe con la misión de compartir   con ellos las historias que sus abuelos habían contado sobre su pueblo.